fuente:eldebate21.com
La tensión se podía cortar ayer con un cuchillo en Ferraz tras conocerse que la juez que investiga el caso Campeón ha elevado al Tribunal Supremo las acusaciones contra José Blanco. En el entorno de Rubalcaba el cabreo es enorme porque saben que el “caso Campeón” es un lastre en la campaña electoral. En su momento y temiendo lo que podía avenirse, Alfredo presionó todo lo que pudo a Blanco para que renunciase a ir en las listas al Congreso, pero éste hizo caso omiso.
Comentan en Ferraz que Blanco ya sabía que el caso Campeón le podía salpicar y por tanto decidió no hacer caso a Rubalcaba e ir en las listas. De esta forma, se asegura el carácter aforado que otorga la condición de diputado. Pese a que Blanco fue uno de los apoyos más importantes de Rubalcaba para ser el candidato del PSOE, la relación entre ambos está cada vez más deteriorada.
El candidato cada vez desconfía de Blanco y cree que el ministro no le ha contado toda la verdad sobre su implicación en este asunto. Dicen desde el entorno de Alfredo que si hubiesen sabido lo que iba a salir estos últimos días, Rubalcaba no habría compartido aquel acto en Galicia donde dirigiéndose a los padres del ministro les dijo aquello de “tenéis un hijo honrado como yo”.
La realidad es que Blanco cada vez se encuentra más solo dentro del Partido Socialista. Ni siquiera Zapatero se fía de él. Y por lo pronto Rubalcaba ha ordenado que no quiere que el portavoz del Gobierno tenga presencia en la campaña. De hecho, presionó en su momento para quitarle la portavocía del Gobierno.
La tensión se podía cortar ayer con un cuchillo en Ferraz tras conocerse que la juez que investiga el caso Campeón ha elevado al Tribunal Supremo las acusaciones contra José Blanco. En el entorno de Rubalcaba el cabreo es enorme porque saben que el “caso Campeón” es un lastre en la campaña electoral. En su momento y temiendo lo que podía avenirse, Alfredo presionó todo lo que pudo a Blanco para que renunciase a ir en las listas al Congreso, pero éste hizo caso omiso.
Comentan en Ferraz que Blanco ya sabía que el caso Campeón le podía salpicar y por tanto decidió no hacer caso a Rubalcaba e ir en las listas. De esta forma, se asegura el carácter aforado que otorga la condición de diputado. Pese a que Blanco fue uno de los apoyos más importantes de Rubalcaba para ser el candidato del PSOE, la relación entre ambos está cada vez más deteriorada.
El candidato cada vez desconfía de Blanco y cree que el ministro no le ha contado toda la verdad sobre su implicación en este asunto. Dicen desde el entorno de Alfredo que si hubiesen sabido lo que iba a salir estos últimos días, Rubalcaba no habría compartido aquel acto en Galicia donde dirigiéndose a los padres del ministro les dijo aquello de “tenéis un hijo honrado como yo”.
La realidad es que Blanco cada vez se encuentra más solo dentro del Partido Socialista. Ni siquiera Zapatero se fía de él. Y por lo pronto Rubalcaba ha ordenado que no quiere que el portavoz del Gobierno tenga presencia en la campaña. De hecho, presionó en su momento para quitarle la portavocía del Gobierno.


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